miércoles, 8 de julio de 2009

Dime de qué te alimentas...

Cuando estábamos en el colegio a todos nos enseñaron que las plantas obtenían su alimento a través de la fotosíntesis y los animales de la comida. A éstos últimos, a su vez, los clasificaban en carnívoros, herbívoros y omnívoros, y quizás en algún caso el profesor incluyera frugívoros, piscívoros o hematófagos. Sin embargo, como siempre, las cosas no son tan sencillas como las enseñan en el colegio.

En primer lugar, sea cual fuera el animal, al fin y al cabo, se alimenta de otros tejidos vivos y, por tanto, de materia orgánica, siendo la glucosa el combustible. Las plantas, por su parte, crea glucosa (materia orgánica) a partir de CO2 y agua, es decir, de materia inorgánica, empleando la luz como fuente de energía. Pues la cosa no es siempre así de fácil.

En el mundo microbiano las posibilidades son enormes. Así podemos clasificar los organismos según:


Fuente de Energía: como se origina la energía que mueve las reacciones bioquímicas de la célula (ATP y compañía).

Luz --> Fotótrofos
Compuestos químicos (orgánicos o inorgánicos) --> Quimiótrofos


Fuente de Carbono: orígen de la materia que constituye el cuerpo del individuo.

CO2 u otros compuestos de un sólo carbono (metano, metanol,...) --> Autótrofos
Compuestos orgánicos --> Heterótrofos


Fuente de Poder Reductor: origen y naturaleza de las sustancias empleadas como fuente de electrones en las reacciones redox de la célula.

Compuestos orgánicos --> Organótrofos
Compuestos inorgánicos --> Litótrofos


Así, nosotros, en general, los animales, seríamos seres quimioorganoheterótrofos (toma insulto, jeje). Quimio porque empleamos la oxidación de compuestos orgánicos reducidos para producir energía; organo, porque empleamos NADH o NADPH como fuente de electrones; y, hetero, porque incorporamos el carbono en forma de compuestos orgánicos más o menos complejos.

Por su parte, las plantas son fotoautoorganótrofas. Obtienen la energía a partir de la luz; emplean NADH o NADPH como fuente de electrones; y, fijan CO2 para incorporar el carbono a sus cuerpos.

Leptospirillum ferrooxidans, una bacteria acidófila oxidadora del hierro, fija CO2, su fuente de electrones es el Fe2+ y la energía procede de la oxidación del Fe2+. En resumen, quimiolitoautótrofo.

Pero las capacidades metabólicas de los microorganismos van más allá y el género Rhodobacter es el mejor ejemplo de ello. Puede realizar fotoheterotrofía, fotoorganotrofía y quimioorganotrofía, y eso sin entrar en los tipos de quimioorganotrofía, que dejaré para otra ocasión.

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